Deliciosas criaturas...no letradas.

Ayer nuevamente me decidí a visitar uno de esos lugares donde venden esas cos...bueno, una librería (de libros). Fui en busca de un ejemplar de "El lobo Estepario" de Hermann Hesse. Por suerte tenían más de una edición y como la empleada era de lo más atenta me dio por pedirle otro libro, porque cuando entro a una librería, me cebo y me quiero comprar casi todo (menos los de Paulo Coelho), más si el lugar se dedica a vender ofertas, saldos y usados. La cuestión es que le solicité el otro libro nomás. Y fue así:

- también quisiera llevar Lolita, de Nabokov...
- ah...ssssi, a ver, me fijo... es también de esos que piden para leer en las escuelas, no?
- (risa nerviosa) esteee, no sé, la verdad, yo no lo tengo que leer en la escuela, me escuché responder, dudando entre acogotarla o mirarla con cariño.

Aparentemente allí no lo tenían y luego de avisarme que consultaría en la otra sucursal, la oigo preguntar: ay, hola Carli, una consulta, tenés el librito ése Lolita?

Yo me di vuelta para que no me viera revoleando lo ojos. "Si te escuchara el ruso..." pensé.

Le informaron que "estaba gotado" (un clásico? agotado? en fin) y me fui sola con el Lobo. Al menos la cajera me cobró un peso menos de lo que me habían dicho. Pero la duda siempre queda pendiente: nunca nadie en las librerías conoce algo básico de literatura?