Iba hoy yo caminando por la calle, pleno centro de la ciudad. Adelante de mí, varios mts más adelante, iban dos pibas portando look flogger con calzas de colores estridentes, zapatillas de lona, corte de pelo, etc. Una era flaquita. La otra no. La otra estaba entradita en carnes, MUY entrada. Era como dos floggers en una.
Yo sólo las veía de espaldas. Estaban paradas en la vereda, como haciendo tiempo. Por allá la gordita (y le digo "gordita" porque soy reee buena, eh?) tiró algo hacia la calle y siguieron caminando. Yo ya estaba más cerca de ellas y miré lo que la piba había tirado, reclamándole silenciosamente algo de civilidad.
Era un carozo de durazno con restos de fruta aún. Obvio, la gordi con un Actimel de porquería no hace nada; la tipa se tiene que clavar un duraznazo a media mañana si no le da la lipotimia.
Acto seguido a constatar - indigggnada! - lo que la piba había arrojado hacia el asfalto, la miré, con mi mejor gesto de desaprobación y la vi limpiándose ambas manos en la pared beige - pintada hace poco - de la panadería de mi barrio. Divina la adolescente. Y se las refregó bieeeeeennnnnn refregaditas, de arriba hacia abajo, como con bronnnca, dejando la marca, cosa de limpiarse bien. Pero, no contenta con esto, a los dos pasos, la vi que se pasaba su manos regordetas en ambos lados de sus muslitos, sí, sí, sobre su chupín violeta XXL, así, como quien se acomoda la remera, ella se limpió sus manos, porque obvio, la fruta de verano, ¿viste? es otra cosa, es jugggosa, es carrrnosa y con una refregadita a las apuradas en la pared no alcanza. No. Hay que recurrir a la tela, que además de limpiar, seca.
Rea, maleducada y sucia, más encima!
Si yo te cruzara de nuevo, sabrías cuántos pares son 3 botas!
'Tamadddre....
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