El jueves apareció un gatito maullando en la vereda, yo lo oía pero no lo veía. Luego lo descubrí haciendo piruetas para entrar en la casa de enfrente y supuse que sería de ellos, que se les había escapado. Se me partía el alma de verlo con desesperación treparse a la puerta, iba y venía del garage a la puerta. Me crucé, lo tomé en brazos y le toqué el timbre a la vecina, quien me explicó que no era de ella, que lo había hecho entrar pero el gatito quería volver a salir y ya no sabía qué hacer. Ante la duda, yo también lo dejé en la vereda a ver qué hacía. Lo pispeábamos con madre desde adentro. Por allá se trepó a mi árbol pero no pasó de ahí, no se animaba a saltar a mi techo. Era chiquitino (y re bonito). Mi gata lo miraba desde adentro, bastante alterada. Después bajó, anduvo dando vueltas por ahí y no lo volvimos a ver.
El viernes a la mañana, ayer, estaba yo trabajando en mi pieza cuando de repente miro mi ventana y lo veo ahí, en el alfeizar, temblando de frío, hecho un bollito, medio mojado (desde el día anterior llovía y hacía un frío mortal). Y no me contuve, no pensaba dejarlo sufriendo en la calle, considerando que si ya no había encontrado el camino de regreso a casa, probablemente lo habían abandonado (gente insensible). Y no, se me partía el alma. No lo dudé ni un segundo, le abrí la ventana y entró de un saltito, lo más pancho. Le di comida y agua, y se me pegoteó MAL. Se acurrucó en mí falda, se refugiaba en mi brazo, se hacía bollito, se dormía. "Cagué", pensé. "Me compró". Sobre todo teniendo en cuenta lo arisssssca y pocas pulgas que es mi gata Clementina, que jamás fue mimosona como ésta. Ah sí, porque luego de una revisión física, concluí en que era gatita. Y preciosa.
Cuando llegó padre, que ya la había visto el día anterior e intentado ayudarla para que llegara al techo, puso grito en el cielo pero ¡yo no pensaba dejarla sufriendo en la calle! menos aun siendo EL DIA DEL ANIMAL. Vaya coincidencia... Yo de mil amores la hubiese adoptado pero donde manda capitán...bueno, y también estaba el factor Clementinita que no daba visto bueno ni en joda.
Estuvo gran parte del día acurrucada en mi falda, o trepándose a todo: mesa, cocina, camas, escalera. Clementina, de los pelos, enojada y celosa, le rugía (nos rugía) ni bien la otra se le acercaba en plan amistoso (y confianzudo). Para media tarde ya estaba decidido que se quedaría solo temporalmente hasta que alguien la reclamara como propia o la adoptara. Hicimos pesquisa en el barrio y nada. No era de ninguno. Para esto, ya estábamos encariñadas, ella y yo. Ya tenía su lugarcito para dormir en el sillón, sobre un pullover mío viejo, su tarrito con Whiskas y con agua. Aunque le comía y tomaba el agua también de los platitos de Clementina.
Cuando a la noche volví de clase, la tipa se desesperó y prácticamente se me echó encima, trepándose por la ropa cual monito, se me colgó del hombro. "Ayyy, cosita, qué dificil va a ser separarnos...". La noche transcurrió apacible, con ambas gatas en habitaciones separadas. Hoy sábado debía resolver el asunto. Publiqué sus fotos en Facebook y Twitter, avisé en la veterinaria, y por último, me contacté con una conocida que finalmente me hizo de nexo para conseguir alguien que la adoptase. A la tarde fuimos en auto con padre a llevar a la gatita a su nuevo hogar, que hizo todo el viaje temblando de pánico. Desde entonces... shoro desconsolada. Porque la extraño, naturalmente. Tan querendona y pegota, ella, la gatita bicolor sin nombre.
Espero que la chica que la adoptó la cuide y quiera tanto como yo en estas escasas 28 horas que pasamos juntas.
Pasame un Carilina. No, dos mejor.
Chango, ponchame las fotos de gatita, las pocas que le pude sacar en algunos segundos que se quedó quieta.
(sob, sob...)
así me recibió el viernes a la noche
sábado, antes de partir al nuevo hogar (sob sob)
en el auto, cagada del susto
qué bella
ResponderBorrarsos un amor, vicz, seguramente la gatita va a estar bien
cuando recién vino sharona a casa, ilona -que es super cariñosa conmigo- la odiaba, pensé que la iba a tener que devolver pero no le dimos bola y ahora duermen enroscadas... hasta que se pelean y se agarran de los pelos... hasta que se aburren y se duermen enroscadas
Qué mimosa y confianzuda, obviamente ya había estado con gente que la ha tratado bien y la ha mimado, si no sería asustadiza.
ResponderBorrarMe imagino a Clementina la odiaría !!
habrá pensado bueh...cagó mi tranquilidad...
Ojalá la cuiden bien.
Cariños
Es una historia de amor muy tiernita!!!! y es que los animales se dejan querer y aman sin condicion. A lo mejor la puedas visitar de vez en cuando no? como para calmar la tristeza :(
ResponderBorrarpensá que ella seguro está contenta, comiendo, calentita y reciebiendo amor!!!
beso grande
vani
Que preciosidad, ojala todas pudiéramos ser nicole y tener una chacra y llenarla de perros y gatos abandonados....
ResponderBorrary tener 90.60.90 ya que estamos.
Que dulce lo que contas. Es triste, pero tambien tiene un final feliz porque esa gatita mimosona que antes andaba solita por la calle sin ninguna falda donde acurrucarse, ahora tiene un hogar donde la quieren. Y todo gracias a vos!
ResponderBorrarBien por las personas que, como vos, tienen estas actitudes para con los animalitos indefensos!
saluditos!!!
no vale! post largo y yo con dos entregas! ufaaaaaaaaaaaaaa! pero volveré, hay un gato y un "cagada de susto", así que me imagino que se viene de emotioooooon jajajaj!
ResponderBorrarmua mua muaaaaaaaaa
QUE LINDA GORDI,ESPERO QUE ESTE BIEN,PUDISTE CHEQUEAR COMO VA LA COSA?YO TE ENTIENDO,UN PAR DE VECES LLEVE AL DESAPARECIDO PORTAL DE LAS MASCOTAS PICHICHOS,Y EN UNA APARECIO EL DUEÑO Y EN LAS OTRAS NO,CUANDO DEJE AL LABRADOR,CON SUS AMOS APARECIDOS PENSE QUE ME MORIA,LLORANDO POR PALERMO 5HORAS SEGUIDAS.SALUDOS
ResponderBorrarQuerendona y pegota. Me han encantado estas dos palabras :)
ResponderBorrarSi acaso el azar volviera a reuniros, informa.