miércoles, 7 de septiembre de 2011

Los gajes del hinduismo

Ayyyy doooña, si usted me hubiese visto ayer...

Mire, le cuento.
Empecé yoga. Y para hacer las clases necesito una colchoneta finita o de esas cosas aislantes para bolsa de dormir. En fin, que como de eso no tengo ni conseguí aun, le pedí prestada a padre una bolsa de dormir de alta montaña, que es laaaaaaaaarga y angosta, y como es puro nylon no pesa nada de nada. Me fui con la bolsa toda enrollada en sí misma y atada con una tiritas que trae cosidas a uno de los extremos. Hice la clase, la até (apurada porque las que bailan cuarteto y regueton  después de nosotras, ya estaban moviendo sus culitos con la música a todo volumen) y me fui, llevándola en la mano.

De allí fui al supermercado. Con la bolsa de dormir (sin su bolsa portante, en la cual no hubiese entrado porque hay que enrollarla entre dos para que quede bien compacccta). Salí con una bolsa de compras cargada al hombro, dos en la mano derecha y la bolsa de dormir en la izquierda. Apuesto a que ya algo se imaginan. Cuando no había hecho ni una cuadra, la bolsa de dormir empezó a desarmarse y se desplegó en plena vereda. Justo pasaba un pibe que ni se dignó a decirme "¿te ayudo?". Le habría perdonado que me dijera "señora" (cosa que detesto) con tal de que me hubiese ayudado. Pero no, ni se mosqueó, me esquivó y pasó de largo. Tuve que detenerme, agarrar todas las cosas, sentarme en la escalera, enrollar la bolsa de dormir de nuevo (que se me ensució con tierra y mugre de la vereda), cargarme todo y seguir camino. Me quedaba cuadra y media nomás hasta llegar a casa. Pero la experiencia me indica que debo pensar en otro sistema de transporte para esa bolsa de dormir. O reemplazarla por la maldita yoga mat que aun no consigo.


UPDATE: conseguí la yoga mat :) no más papelones por la calle.

5 comentarios:

  1. Para completar el cuadro te faltó aclarar que era una tarde de viento, que volaban cenizas volcánicas en cantidad y que la escalera donde te sentaste, es de una Estación de Ferrocarril abandonada.

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  2. esta experiencia te obliga a practicar el ohhhhmmmmm...!

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  3. Y yo que te iba a sugerir una bolsa de consorcio! jajaa! aunque para papelones ya no estás!

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  4. ¡Jajaja, vaya cuadro!
    Solo te faltó que el joven te hubiera dicho:
    No vaya entorpeciendo el paso con bolsas de dormir... señora!

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