piel de gallina

Desde que empecé a viajar con frecuencia a Bahía Blanca en colectivo (año 99), siempre la veo. La mina si no viaja todos los días, casi. En mi época de estudiante de Historia (2005) en la UNS, me la cruzaba más seguido porque ella es docente ahí o es alumna. O es modelo vivo para alguna clase de Filosofía. 

Es una chiflada que habla sola o te saca conversación aunque le hayas dejado la cara de seña a los 3 segundos. Es una mina bastante grande ya, de dientes manchados y torcidos, bajita, morocha, de pelo corto, un cachivache con look Chimoltrufia wannabe y que se viste con ropa antigua. Y está muy pirada. 

Hoy tuve la gracia de encontrármela en la parada del colectivo en Bahía. Estaba al lado mio y me preguntó si yo estaba esperando "el colectivo a Punta Alta". Yo nunca había experimentado en carne propia los placeres de "conversar" con ella; sólo la había visto, de lejos, entablando charla con otras personas que, ahora entiendo, eran meras víctimas de esta chiflada.

Le respondí que sí, y le informé sobre los horarios de verano de la línea. Dos veces, porque no entendió.

Para qué.

Yo y mi amabilidad. Yo y mi solidaridad. Yo y mi tendencia a solucionarle problemas al desconocido.

Igual creo, con esta, no había forma de ignorarla. Ninguna.

Me empezó a compartir sus apreciaciones de la vida sin que yo se las pidiera y cuando quise huir de esa "charla" ya era tarde. Me contó cómo había perdido, por poquito, el colectivo anterior porque el chofer ignoró su pedido de que la esperara mientras alcanzaba a subir, y que el chofer perjudicándola a ella no va a conseguir nadddda, no va a ganar más plata, que ella no es la culpable de que el chofer lleve esa vida miserable, que cada uno es lo que quiere ser, que uno decide, que la mente y qué se yo. La tipa habla como pirada, drogada, con la pereza articulatoria de quien no maneja la lucidez. 

Dudaba de que el colectivo llegara y seguía con la cantinela de que ella no era culpaaaaable de las desventuras del chofer. Le sugerí que tuviera fe, que ya iba a llegar el colectivo, y me contó que "sí, es lo único que te queda, la fe, porque cuando te cansás de todo, te das por vencido, lo único que te queda es la fe". Y yo, en un plan Rombo de AJÁ, AJASES Y MHM. Ni la miraba. Solo asentía de compromiso. Enseguida me sugirió ubicarnos en la cola detras del cartel, porque "no estamos en el lugar indicado y se está llenando de gente". y bueh, total, YA ME CAGASTE LA NOCHE.

En la fila comenzó a contarme lo tedioso que es viajar a diario en la 319 (no digasssssss) y que la UNS y su edificio de Humanidades, y la gente que va ahí que se pasa años sin saber qué quiere hacer de su vida. Ahí agregó: "Cada año que empieza yo digo que me voy a comprar un 22 y empezar la limpieza...". Yo juraba que después de la queja por el garrón de viajar  en la 319 venía un "me voy a comprar un auto". Pero no, ella planea, cada año, adquirir un arma y liquidar a los asistentes del edificio de Humanidades de la UNS. Además me habló de cómo las mujeres ganan menos plata que los hombres y que la casa la mantienen los hombres, y que si una mina labura y deja a los hijos con alguien, se le va todo el sueldo, "pagan por trabajar y andá a hacerselo entender a las minitas...", me aclaró.

Y llegó la temida pregunta: "Y vos, ¿vas a la universidad?". "Uhm, fui, hace varios años, hice unos materias de Historia". "Ah, entonces entendés por qué quiero comprar el 22...", me dijo cómplice, con una sonrisa de coté, rayana en lo delirante.

Mi mente respondía: "No. No entiendo. Tampoco entiendo qué hacés hablándome cuando yo hace rato que intento mostrarte que tu monólogo no me interesa. Mucho menos ahora que me presentaste a tus instintos asesinos. Loca. Callate. Leavemealone."

Después me preguntó si estaba estudiando ahora y le informé que no, que había dejado Historia (hace 7 años, loca, ya fue). "Cómo...¿no tenesss ambicionessss?" me respondió toda alterada, con ojos desorbitados.

"Sí, las tengo, chifladita. Pero después de haber estudiado casi 3 carreras/profesiones y no conseguir buenos trabajos, le puedo asegurar que el lema ese de 'para conseguir trabajo hay que estudiar' es PURA BULLSHIT". 

Mi mente, otra vez. 

Le respondí que yo ya había estudiado otras cosas y TERMINADO mi etapa educativa. Quiso saber qué habia estudiado. Ante la duda, saqué la carta de la locutora, a ver si se espantaba y callaba. No. Le fascinó. Y compartió conmigo sus gustos radiales, porque la radio le encannnnta, la escucha todo el día: Chiche Gelblung a la mañana, la 10 a la tarde, Dolina a la noche, que odia las FM porque pasan música todo el día, la que le gusta al operador y a las empresas que pagan por la difusión. Y LLEGÓ EL FUCKING COLECTIVO. Y mientras subía y pagaba su boleto me deseaba que encontrara trabajo, porque claro, me preguntó si estaba trabajando de locutora y me rendí ante un NO.

Estratégicamente la dejé subir primero para que no se me sentara al lado y siguiera torturándome otra media hora más. Me ubique BIEN lejos, atrás. Y teminó mi odisea con la Chimoltrufia.

Yo me las agarro todas. TODAS.

Tendré que rever esa peligrosa tendencia a ayudar, responder, asesorar, permitir acercarse, a todo pirucho poco civilizado. No quiero seguir soportando estas situaciones.

Empiezo practicando mi cara de poker/culo/pocosamigos ya mismo.