jueves, 5 de marzo de 2009

Yo y mi bocota

Escenita de barrio.
Iba caminando por acá a la vuelta y ví a una nenita mimoseando un gatito gris, negro y blanco. Jamás en la vida les había dado pelota a los gatos. Desde que Clementina aterrizó en el porche de mi casa sin avisar, veo un gato y me lleno de éxtasis, me cuelgo mirándolos, diciéndoles estupideces como "oyyy qué coshita buniiita", luciendo bien tarada.

Acababa de llover furiosamente, con granizo incluído, por lo cual mi humor era inmejorable. Asi que me detuve en la vereda y entablé conversación con la nena:

- ah pero qué bonito! es gato o gata?
- gata, y la nena seguía arrumaqueando a la pobre gatita que se dejaba hacer de todo.
- es muy liiinda, le dije, haciéndole unos mimos en el cuello a la misha. "¿Le pusiste nombre?"
- sí....Tasha...
- ah, como los Backyardigans!!, respondí yo enseguida, toda contenta de haberme entendido con un alfeñique que nació en el 2004 y ya dialoga armando oraciones completas.

La nena me miró, sor-pren-di-dí-si-ma y no agregó nada más.
Yo seguí camino y al doblar la esquina me empecé a reir.

ME DESCHAVÉ SOLA!!.
La tipa, grandulona, casi treintona, mirando Discovery Kids!

Papelonaaaazo.

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