Nunca imaginamos en casa que un felino podría darnos tantas satisfacciones y momentos de diversión. Es un animalito de lo más simpático y cómico, aún más cuando sus posturas y reclamos parecen "humanos".
Ayer por la tarde mis padres ya habían salido para sus trabajos y como yo también debía salir creí conveniente que Clementina se quedara dentro de casa, al resguardo del frío y con comida segura. Ultimamente se pasa las tardes enrolladita sobre mi cama o la de mis padres, muy pancha ella.
Entonces, antes de irme, la hice entrar y se perdió por ahí entre los muebles. Yo me cambié apurada, me abrigué y partí.
Cuando volví a casa, dos horas y media después, mis padres me preguntaron si Clementina había quedado adentro o en el patio. "Adentro, estoy re segura". Nos extrañaba mucho que la delincuente ésa no había aparecido por largo rato, ni siquiera a picotear unos whiskas, ni a recibir a cada integrante de la familia al volver a casa, como hace todos los días. La llamamos a los gritos varia veces, la buscamos debajo y sobre ambas camas, en la mesita del baño, entre las sillas del living. Nada. "Clementiiiiinaaaaa". Nada. Y por allá se me prendió la lamparita.
Fui corriendo a mi pieza y ahí estaba.
Dentro de mi ropero.
Se habia metido ahí sin que yo me diera cuenta y antes de irme cerré la puerta sin verla allí dentro, desde luego.
Se pasó más de dos horas y media encerrada ahí, entre mis camperitas y pantalones colgados, hecha un ovillito, sobre los pullóveres. Cuando la descubrí me miró con una carucha de dormidaza tremenda, como diciendo: "che, apagá la luuu"...
¡Se podría haber ahogado, la muy zopenca!
Pero no, no se ahogó. Ahí anda ahora, haciéndole guardia a una lauchita tontuela que se acovachó debajo de una maceta en el patio. Clementina la espera agazapada y cada tanto mete la patita y la lauchita grita: "sssqwwweeeaaak".
Desde anoche que le hace la campaña. La tuve que entrar a la fuerza cerca de las 12 y se pasó más de una hora reclamando para salir a maullidos y rasqueteando pared, puerta, trepándose a la ventana, desesperada, hasta que se agotó y se durmió sobre mi campera en mi cama.
Es un caso, la tipa. Nos divertimos gratarola.
Es agradable leer las crónicas de Clementina. ¿para cuando club de fans?
ResponderBorrarLa mejor gata que tuve yo se llamaba Yecly.
Hoy he aprendido una nueva palabra: lauchita. Pensaba que sería lagartija, pero acabo de mirar en el diccionario
laucha.
(Del mapuche laucha o llaucha).
1. f. Arg., Bol., Chile, Par. y Ur. ratón (‖ mamífero roedor).
2. f. coloq. Arg. Persona astuta.
Un saludo
en cualquier momento le abro un blog o un facebook a Clemen; está haciendo méritos.
ResponderBorrarLo curioso es la definición de "laucha".
Yo haría una corrección: decirle "laucha" o "rata" a alguien no es tratarlo de astuto sino de tacaño, avaro, de poco afecto a andar desembolsando dinero, ni siquiera de pequeñas sumas.
Otras variantes son: "codini" y "tener un cocodrilo en el bolsillo".