domingo, 25 de julio de 2010

30 para 30 | fact #8

Otro asunto que tuve que asumir hace ya un par de años es que no nací para interpretar música. Ni tocando instrumentos ni cantando. 

Tuve una época de locura musical allá por el 2005, de descubrir cosas que nunca había escuchado, e inmediatamente me picó el bichito de la curiosidad. Necesitaba probar qué se sentía tocando música, y como en ese momento lo que parecía más fácil y accesible eran las guitarras...me compré una (hermosa, criolla común y corriente pero sonaba lindamente) y me conseguí un profesor. Estuve casi un año intentando, en vano, aprender mediante acordes, que jamás me salieron uno tras otro. Bah, ni siquiera sueltos. No había forma. No podía presionar las cuerdas con una y rasgar con la otra, perdía el tempo. Y ni siquiera había intentado LEER música. Era todo con D C E G y ni de casualidad. Creo que nunca llegué a tocar una canción completa. Y si lo logré fue a un tempo exasperantemente lento. Llegué a odiar el "knocking on heaven's door" y dejé, por supuesto. También por la misma época (o antes) empecé a tomar clases de canto, más que nada atraída por el estilo de la profesora, que tenía un trío vocal de jazz (con el cual llegué a cantar en un show de fin de año, vestida como para bailar un charleston y con una boa verde loro al cuello, pero eso...es o-tro-te-ma, para o-tro-post). Allí también. Insistí, infructuosamente, en aprender a cantar, a respirar, a entonar, a sostener una nota. Y me divertía, sí, a lo loco, pero no conseguía buenos resultados vocales. Hasta que me di cuenta que como entretenimiento -puesto que no me interesa conseguir ninguna carrera profesional- me salía un poco caro y dejé de ir. Así y todo, me enteré que era soprano y que llegaba a un Si con facilidad, pero en los ejercicios de vocalización nomás, después de estar 20 minutos repitiendo un "lalalalalá" en todas las octavas posibles (si es que así se denominaban ya que mi entendimiento de la teoría musical siempre fue reducido). Lo más frustrante es que ni siquiera era mala cantando. Mi problema era que no me animaba a probar, a soltarme, a cantar. Me daba vergüenza hacer el ridículo frente a la profesora (que era tan humorista como cantante y no me inhibía en absoluto), desafinar feo aún aprendiendo.

Después de dos años de tenerla enfundada al costado del ropero y temiendo que se deteriora, vendí mi preciosa guitarra (a alguien cercano, al menos) y me di por vencida definitivamente. Lo mío no es la música. Por el bien de mi bolsillo y del oído de todos.

6 comentarios:

  1. jajaja! Recuerdo haberte enviado un mail con algunas indicaciones caseras de cómo se forman los acordes. Era un archivo excel que todavía conservo.

    Saludos enormes... (?)

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  2. Anónimo...
    por favor dése a conocer (porque además no recuerdo haber recibido ese archivo...quién fue?)

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  3. vix querida, tu arte musical está, solo que es otra veta... ponele, hoy cociné escuchando el ost de julie & julia que me pasaste vos ;) no te des por vencida, sos musicaaaaaaaal!

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  4. jajajajaja, sí, la música está en mí pero para apreciarla, recomendarla, asociarla, difundirla, bailarla como loca frente al espejo pero no interpretarla. Sobre todo porque no lo disfruto y no me sale. O sea.

    ja, gracias nena.

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  5. Ah bueno, con cada fact me siento un poco acompañada... intenté el tema de la guitarra para incursionar en la música, un poco porque siempre me gustó, otro poco porque la batería estaba descartada de plano (no hablemos del canto, mejor...), y finalmente porque mi hermano sabe tocar, y tiene guitarras, lo cual me hacía ahorrar un dinero en algo que ya sabía que estaba destinado al fracaso...no memorizaba los acordes, no podía cambiar los dedos de lugar sin ayudarme con la otra mano, me dolían los dedos (y no se me formaban los dichosos "callitos de guitarrista" porque me ponía crema para manos cuando mi hermano no me veía), en fin. Nunca pude llegar a tocar el solo de Comfortably numb... ni La lechuza tampoco.

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  6. Vicz, te reconnnnntra entiendo. Báh lo mío es peor: tengo oído, sé tocar más o menos potablemente, y sin embargo medi oque bajé los brazos con lo de ponerme en serio. Una rockstar está claro que no voy a ser. Y lo tuve claro hace mucho, pero ahora, llegando a los 30 ya ni aspiro a animar un fogón. Hm, pero coincido con lo que dice Vero: vos sos musical. A mí tb me has recomendado mucha buena música. Y yo también lo soy! Quizás podemos armar la antibanda. La looser band. O algo así.

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