martes, 18 de octubre de 2011

Never judge a film by its trailer

Es lo que confirmé, luego de reunir unas tres pruebas fehacientes.

Hoy necesitaba huir del trabajo un rato. Laburo puntilloso agotador. Y qué mejor huida que una ida al cine improvisada (mentira, tenía ganas de ir desde hacía como mucho). Me fui, con tiempo, porque detesto llegar tarde a la película. Llegué al cine como 20 minutos antes. Así compraba la entrada, pasaba por el baño, podía elegir buena ubicación, todo eso que una obse de ley hace. Yo llegué 20 minutos antes, pero la mina de la boletería no estaba. Boletería vacía. Con luz prendida pero desierta. Esperé un ratito. Otro. Me impacienté, porque quería tener tiempo de pishar sin apuros y llegar a la sala y... blablabla. La mina no aparecía. Faltaban 10' para que arrancara la película. Pregunté al del buffet de la galería que me dijo "seguro fue el baño o al kiosco, ya viene". Mami: tuviste MÁS DE UNA HORA para hacer ambas cosas, entre las funciones, ¿¿¿¿justo te tomás el palo cuando tenes que vender las entradas para la función QUE COMIENZA EN 8 MINUTOS???? Así de histérica estaba yo. Y sola. No había nadie más. Al ratito cayó una mina. Y dos viejas. Y yo me cansé de esperar. Me fui arriba, a preguntarle al "acomodador" (el que te corta la entrada) y ahí la veo. La mina de la boletería, muy piola ella, charlando con el del kiosco en la planta alta. Justo la oí decir "mmmbueno, che, yo me voy que...". Sin acercarme, de lejitos nomás le grité "A usted la estamos esperando". "Sí, ya voy...".

*ay dios*
Volvió la mina, nos vendió las entradas, las viejas se colaron, como toda vieja, yo apuré el paso para ganar tiempo e ir al baño. Puerta cerrada con llave. Ajá. Al kiosquero: "señor, ¿dónde está la llave del baño?", "Ah, la tiene ese señor, pedísela". "Señor, ¿me abre el baño, por favor?", "". "Gracias... pero espérenme eh!". "Sí, no te hagas problema (?)".
Baño sucio, sin papel ni toallas. Nada. Un asco. Que alguien haga algo con los baños del cine de Galería Visión 2000, por favor.

Toooooda esta perorata de lo más anecdótica no logró empañar la experiencia que me esperaba en la sala. Fui a ver Medianeras, la película argentina, de Gustavo Taretto, con protagonistas que no conoce nadie, y actores "de reparto" ya consagrados. Un detalle más. Es difícil ahora, en casa, después de varias horas de haberla visto, expresar cabalmente lo que me produjo la película. Que debo admitir -más allá de mis prejuicios mal fundados- me encantó y hasta emocionó.


Una película "chica" en parafernalia taquillera, pero enorme en sensibilidad y fotografía. Vi miles de fotos que yo misma podría haber sacado (y saqué), y esto no es un arrebato de vanidad sino una franca identificación con lo que los protagonistas observan, ven, se cuestionan, cruzan a diario en sus vidas conflictuadas y a oscuras. El inicio de la película me hizo acordar de los motivos por los cuales abrí este blog, piel de gallina. Esas pequeñas cosas halladas gracias a la sensibilidad visual de quien se toma el tiempo, de quien aprovecha la mirada. 

Un mínimo retrato de una generación que se acomoda como puede a la realidad, la de los que tenemos entre veintilargos y treinta y pocos, que ya cargan con una profesión que no les provee de trabajo, u otra que los atiborra de él y aliena. De los que, a esa edad, se animan a volver a vivir después de una ruptura amorosa, a pesar de las fobias, los reseteos y las desilusiones. Que apuestan por volver a buscar y/o encontrar.

Una música preciosa rematada hacia el final con una canción de Daniel Johnston que me dio la sensación de que ya la conocía pero no del todo...


Más un hitazo retro. Y la bella fotografía que, creo, ya mencioné, ¿no?

Claro, si uno va al cine con nostalgia porteña, ver Medianeras es un gran golpe bajo de principio a fin, pero vale la pena si uno sale del cine lagrimeando y contento. No le tenía nada de fe y me causó mucha satisfacción que la película me hubiera sorprendido gratamente, a pesar de su trailer que no le hace ningún honor. De ahí el título del post.

"Simpática, la película" dijo una de las viejas al salir de la sala, y yo estoy de acuerdo.

PD: Inés Efron sigue siendo insoportable.



8 comentarios:

  1. jajajaajajajajajaj! todo! la previa y el post... post.

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  2. Oh, deberé verla.

    Los cines de la galería Visión 2000!!! (no sé si te conté pero soy de Pigüé, mis viajes a Bahía eran mi única oportunidad de ir al cine en meses)

    PS: Soy Miss Celanius en una de sus múltiples otras identidades y con pachorra de loguearme en la otra cuenta :P

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  3. pero vos tenes mas identidades que yo blogs, querida!!

    ah, sos de Pigüé! sos de la zona!
    yo tambien, para ir al cine debo ir a Bahia porque el cine de mi ciudad es PENOSO. Y esa pelicula no la van a traer jamas.

    los cines están rejuvenecidos en tecnologia, incluso hay una salita chica (donde vi Medianeras) que es como ver cine en tu casa en pantalla gigante (salvo por las viejas charlatanas). la galeria sigue viva, con muchos locales, aunque quedada en la historia.

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  4. Realmente era una excelente pelicula que valia la pena. Toda la razón Doña Vic con respecto a los trailers, que en la mayor parte de los casos no les hace justicia a las películas. Gracias por la recomendación! Abra sección de pelis!! Tiene usted talento! Besos!!

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  5. Agradezco la recomendación. La compartí en mi facebook, después de ver la película, por supuesto. Ayer me enteré por la TVE que está compitiendo en un festival de cine, en Palma de Mallorca.
    La protagonista hablaba en perfecto español, igual que en la peli habla perfecto"porteño".
    Silvia

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  6. tengo muchas ganas de ver esa peli..
    muchas...


    saludos
    ayez

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