Hice lo que pude

Ayer compartí una parte del viaje de vuelta con una compañera de la universidad (sí, regresé pero a oír nomás y sólo Montoto sabe cuánto duraré) muy simpática ella. Anda con mal de amores porque terminó con su novio. Ajá, bueno. La escuché. No hubo problemas. Pero... en un segundo de fatalidad osó hacerme una pregunta descolgada. Juro que no me la esperaba. Prometo que hice lo imposible por no responder con una de mis crueldades.

- vas a ir a ver a Miranda!?, preguntó ella, completamente entusiasmada.
- ...

ay, dio. Decí que la chica es más buena que Lassie enferma atada comiendo pan fargo que si no...
Y que aún no me conoce del todo.
Pobrecita.
Creo haberle dicho: "no, ni que me regalen la entrada con un alfajor de chocolate voy". Así, sin demostrar cuánto aborrecía a ese grupejo. Ella no pareció interpretar correctamente la sensación y se rió. Mejor, pensé yo, y le conté:
- no, yo voy a ver a Malosetti.
- y ése quién es? preguntó desinteresada.

Y bueh, ahí decidí, en cuestión de milésimas de segundos, que mejor seguíamos hablando de la ruptura con el novio. Iba a ser diez veces más fácil sobrellevar eso que "charlar" sobre música.

no?