Domingo. 17.30hs
Suena el timbre.
Atiendo por la ventanita de la puerta, casi en puntas de pie.
Señor alto entrado en canas: hola, usted ¿es cristiana o evangélica?
yo: atea.
Señor: ah...(cri cri) bueno...entonces...nnn...me voy.
yo: (silencio)
Digo yo: ¿esas dos son las únicas opciones? Está bien, nunca vi almanaques ni estampitas budistas pero...loco, ¡hay que ser más openminded!
Lo más cómico es que este señor ya abarajó a mi madre a la salida del supermercado y ella le respondió lo mismo, "atea". El hombre debe andar pensando: ¡¡infelices, me van a cagar el negocio!!
Ahora que lo pienso le podría haber sacudido con un TAOISTA y el tipo caía fulminado, pero dudo que vuelva a pasar por mi puerta. Una lástima.
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