Uno que me tomó de sorpresa.
Ya no me simpatiza tanto el invierno.
El frío excesivo me apachucha, me quita energía vital y si está nublado, peor aún. Me cuesta salir de la cama, de la casa, a la vida, podría decir.
Con esto no quiero decir que ahora me gusta el calor y el verano.
No.
Ni a palos. Ni por guita.
ODIO EL CALOR y su maldito verano (o viceversa).
Lo que quiero decir es que antes yo amaba, esperaba, deseaba que llegara el invierno. Siempre digo que el frío es más sencillo para paliar, que uno se emponcha, se pone a hacer cosas, se mete entre las mantas de la cama, y ya. Pero ahora estoy sufriendo el frío como una cualunque. Sufro frío esperando el colectivo. Dentro de la cama. Desayunando. Almorzando. En la PC. Si no me siento prácticamente encima del calefactor no puedo estar cómoda.
Ahora podría decir que el invierno (si alguna vez me enloqueció) ya no me copa. No me gusta estar cagada de frío todo el tiempo. Guantes de lana, cuellito y gorro no son suficientes (ni cómodos).
Me quedo en los intermedios. Eso.
Brrrr!!!!
Opino lo mismo y te lo resumo en una frase.....¡¡¡Amo la primavera!!!
ResponderBorrarSaluditos desde Rosario
Una genia total. Nunca el invierno me tiró tanto como éste, mi último antes de los 30. Brrrrrrrrrrrrrrrrr.
ResponderBorrarEl frío acobarda y el calor aploma pero el frío conserva y el calor descompone. Lo mires por donde lo mires: el invierno mejor que el verano.
ResponderBorrarLo que no me gusta es el invierno hooligan. ¡Modérense los frios siberianos y se queden en sus parcelas, please!