Todos paganos

Eran casi las 21hs y sonó el timbre de casa. Abro la ventanita de la puerta. Escucho: ¡TRICKORTRIIIIIT!

Era una vampira (rozagante y regordeta) y una cowboy girl, con sombrero texano, chaleco de cuero y trencitas. Me intimaban a darles algún dulce o si no, blabla, todos conocen la historieta. Yo me había olvidado por completo de que -oh, quizás- recibiría visitantes indeseados. Y no tenía nada preparado. DESDE LUEGO. Les dije algo como "aaah no me vengan con el trick or treeeat" y las pibitas me miraron incrédulas. ¿Cómo esta desubicada les iba a arruinar el festejo?

Recordé que en mi pieza tenía un bowl tapado de caramelos sugus de limón y ananá (eso que me van quedando porque los odio) y fui por él, para luego vaciarlo en las bolsitas que traían para tal fin.

Cuando yo, en mi asombro, les preguntaba por qué celebraban halloween -si porque iban a inglés o POR QUÉ MIERDA- la cowboy girl me explicaba que los chicos se disfrazan y salen a pedir caramelos. La otra, de risa facil pero simpaticona, me aclaró el asunto: ¡es por los caramelos nomás! (o sea, no tienen las más piiiiiiiiip idea de que cornos es Halloween, bien, al menos que lo festejen en la pura ignorancia). Las dos demostraban ser más floggers que monstruos chupasangre al momento de reírse de mis "chistes" (que seguro para ellas eran estupideces de vieja chota) pero me agradecerieron y saludaron antes de seguir camino.

Me causó gracia. Al menos estuve más simpática que padre hace 4 años.

Después de todo, bien en el fondo, soy una softy.